La reproducción poblacional se confunde a menudo con la fecundidad, pero depende también de la mortalidad. Los equilibrios posibles entre ambos factores han sido diversos; desde el matrimonio precoz y las elevadísimas descendencias de amplias zonas asiáticas (frente a una escasa supervivencia, llegando al infanticidio en tiempos de escasez), hasta el matrimonio tardío y limitado de la Europa Occidental en las familias con transmisión indivisa del patrimonio (que permitía concentrar recursos en el mantenimiento de la línea familiar).
Los promotores de la Teoría de la Revolución Reproductiva
(http://apuntesdedemografia.wordpress.com/la-revolucionreproductiva/) creemos que la clave de la modernización demográfica está en un salto cualitativo en la eficiencia de la reproducción. Su desencadenante ha sido la extensión y generalización de descendencias cada vez mejor dotadas, con el consecuente aumento de su supervivencia y, por tanto, un menor requerimiento para la fecundidad en la siguiente generación. Ha desencadenado un círculo virtuoso intergeneracional, con mejoras amplificadas en las sucesivas cohortes hasta niveles sin precedentes, poblaciones que nunca crecieron tan rápidamente, y fecundidades menguantes hasta mínimos igualmente nunca vistos.
En esta sesión queremos acoger comunicaciones que traten de las mejoras en la eficiencia reproductiva y de sus consecuencias sociales. Desde la atención médica al parto hasta la inversión en educación para los hijos y la renuncia a explotar su trabajo precoz; desde la higiene doméstica hasta las pautas de lactancia y las mejoras alimentarias en general, esta sesión acogerá comunicaciones relacionadas con los mecanismos de “mejora reproductiva” y con su papel en la modernización social y demográfica (roles de género, estructuras familiares, seguridad ante la muerte, aumento del capital humano, productividad del trabajo, relaciones intergeneracionales, etc.)